DEPENDENCIA POLÍTICA: La dependencia política es toda forma de interrelación asimétrica entre estados o comunidades nacionales, en la que las decisiones teóricamente soberanas del estado más débil pierden ese carácter y quedan total o parcialmente subordinadas a las directivas y conveniencias del estado más fuerte, con lo que sus recursos quedan al servicio de éste. La dependencia política surge de la forma real que tiene el sistema internacional, más allá de las líricas declaraciones sobre la «igualdad jurídica de los estados»: es un conjunto jerarquizado, formado por potencias hegemónicas, potencias intermedias y países subdesarrollados adscriptos. La dependencia, como todo sistema de intercambio asimétrico, es inestable, y periódicamente se plantea el problema de su agotamiento, que obliga a subsidiarlo (lo que en general las potencias hegemónicas no hacen) o a cambiar la forma de la dependencia (que es lo que generalmente ocurre). Por tal motivo, el proceso de la dependencia suele presentar varias formas estructurales típicas, que tienden a darse en sucesión y en este orden: colonial, neocolonial, satelital y provincial.